Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido.
Con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido.
Ejercitos de hormigas en hilera trepan sobre el, y en sus entrañas urden sus telas grises de arañas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario